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Mostrando entradas de octubre, 2021

TODOS PROMISCUOS.

  Mucho antes de ser tú un mito, mi palabra ya era un ritual que, contra todo pronóstico, buscaba la transparencia, un pilar recio donde tu primavera morase, sin más temporalidad que merodear por puntos cardinales y el orden jerárquico de la referencia.  De ahí que tus ojos me pierdan cada día y me ganen cada noche. Así fue cómo tu exactitud se abrazó a tu descaro, estableció su norma y emergieron las relaciones, mucho más allá de donde tu luz alcanza y tu templo adquiere el refugio. Memorable magisterio, tu cuerpo fue más que el placer que promueve la vida, y ésta sobrepasó la natural belleza de tus formas, deseadas por muchos y conseguidas por tantos. Fue suficiente cambiar el orden de tus pasiones y manipular la erupción para incorporar  lo claro y lo confuso huyendo de lo incomprensible. Ambos fuimos objeto de deseo de cuantos, desde cualquier posición, promiscuos, nos conducían al centro

DÀRSENES.

  Tot va començar amb un somni per recalar al teu petó, dormir, fer com si el teu somriure estigués suspès en l'aire perennement, orientat al promontori perpendicular a la costa dels teus embolicats pits. Llavors vaig caminar perdut des del fons de l'oval amb vestigis que bussegen el contorn del meu cos en les columnes que perfilen les dàrsenes del teu moll. És cert que no sé on situar-te per falta d'empremtes o atributs, potser perquè estic adormit en els ravals de tantes mans esteses cap als teus ulls, probablement per això no em resigne a descansar a tomba d'alabastre blanc o terraplè, ni a la intersecció entre els teus desitjos i els meus records d'aquell petó, inici d'enyorances .  

PRUEBA DE CARGO.

  Aunque separados por una leve sombra y un aparente amaneramiento que se delata en el virtuosismo de tu sonrisa, ambos nos unimos por el comportamiento replegado de las pasiones sustraídas, de tu inclemente dolor-placer esparcido por los cóncavos y recónditos cuerpos esparcidos, sin periferia por el espacio tiempo. A tu pesar, aunque llores e insistas, no es cierto que me extrañe tu aura, ni que tu equívoca sorpresa consuele el deseo amable amenazado por tu pulso de trazo enamorado. Desde la urgencia, como tú odias y amas, perdóname cuando me pierdo, pero debes comprender que si te amo es porque en la penumbra de la ladera puedo dar rienda suelta a como yo te quiero, sin que el mundo reclame prueba de cargo.

EL ABRAZO DE SPINOZA.

  El corte profundo que tu vida propone no acaba con el recuerdo de donde vienes marcado, resiste en tus entrañas y deseos aunque cada primavera la crisálida levante el vuelo con la esperanza de un nuevo mundo si lo encuentra en el punto de partida. Todos somos uno ramificado, cada día empezamos una brega buscándonos fatigados de vivir concluimos que cualquier camino conduce al lugar de donde venimos. No siempre aparece claro, por el empeño de vivir si soy hijo, madre, hombre o mujer. Tal vez todos están en mí y por eso os amo y cada cuerpo obtiene la custodia y el placer de mis recursos y el amor que resta del embargo de mi vida.

EL ALJIBE DE JEZABEL.

  «Sé paciente, pues el lobo perpetuamente está contigo». Malcolm Lowry Compartíamos prejuicios, reproducíamos vacíos, sobrevolábamos el género, asimétrica alegría transgresora del paradigma. Convocamos sueños y atrapamos achatados mundos, frustrantes empeños, y a duras penas pudimos respirar en la periferia. Despertamos del sueño de los aliados y avanzamos, avanzamos tantas secuencias inusuales, apacibles, hasta llegar a lo que debíamos y nunca dijimos. Instalada la mancebía, nadie sabe dónde debemos morir, ni cómo hilvanar un teorema o qué hacer con nosotros. Nada concuerda. El tiempo huye y el universo es discontinuo, la palma duerme sin doblar y el monasterio la mira. Unos días más y nos disolveremos como un eco en las ruinas de un amor, como el que todavía nos consentimos. Mientras amanece y nos rodea el valle, aun dormido.  

NITS BLANQUES.

  Amb el desenllaç dels teves encants encara ens trobem el plaer, el dolor i l'or mitjançant la llum, l'ombra i fins i tot l'aigua de la qual vam voler, i encara volem, beure de vegades. Amb el que sobra a la tornada de les nits, blanques com els meus somnis i els teus anys construeixo induïdes obediències decidides i estavellades de gelosia, però són el sinó i tants complements que des de l'abisme busquem a petons i amb estranyes carícies. Tot i que no sempre ho aconsegueixo, sorprès i mig en ombres les cares de la lluna, el noi que vaig ser, nu em recorda els nostres vells amors en els temples de Jerusalem. L'horitzó segueix cobrint de cel teva cintura i amb prou feines el llacor aborda el teu avantguarda.

ASOCIADO CARRUSEL.

  En ocasiones, de repente apareces como un frenético tiovivo que gira en el carrusel de mis pensamientos, sin más derecho que la exaltación de tus pechos cálidamente morenos, como cuando desde mis muslos la declinante luz del collage de la piel, enardece las emociones nuestras, inconfesables, proyectando vivencias. De ahí que nos sigamos amando todavía, desde tantos besos de distancia.  

MOZÁRABE Y MUDEJAR.

  Cuando todo esto acabe te preguntarás por las horas que perdimos, querrás saber, agnóstico como fuiste, qué juicio hubo que te sentenció a huir de la luz y del placer de los nuestros condenándote a la sumisión ordinaria en nombre de la trascendencia de un dios mudo. Qué tuviste que esconder para conquistar las garantías de la felicidad que tú prefieres obviando la fuerza del débil y sus ansias. Y darnos razones, por ser pasivo en mitad del fuego, a los que vivimos más acá de las normas

MATERIAL SOBRANTE.

  Soles rojizos y abandonados, dormidos sobre montes roturados en busca de mies, de bellas muchachas desafiadas, muchachos vírgenes añorados y voluptuosos, todos prietos en nombre de la libertad que con premura huyen. Se avanza en proyectos convergentes, noches melancólicas de deseo y tardos amaneceres revueltos en papeles anónimos sobre los que descansa lo que hicimos, y duerme el futuro de tantos deseos y amoríos que nunca serán como pretendéis pero que conforman ya la definitiva estancia sobre la que desparramar el dolor de tener que elegir como condena, con la garantía de que algo pierdes. La certeza de no descansar nunca más en el trance del que naciste ni poder volver y no obstante negar el destino al que nos llevan y que, presuntuosos suponemos en nuestras manos, como si de un beso de los que repartes por placer o despedida se tratara, cuando no un grito. Abrir nuevas esperanzas, galaxias incandescentes, amores que nos abocan al desamor