DESDICHAS AMANTES.

 


Preparados para el amor tuvimos que hacer la guerra
en un combate a muerte para sobrevivir de tal manera
fue empeño que ahora el cuerpo a cuerpo cabalga desbocado
la sombra del jinete es borrosa y asusta temerosos
como estamos, confundir nuestra necesidad con nuestro
deseo de poseer y descansar. Por eso ¿a quien conquistar
ahora, pues? hasta que los dioses hablen mejor tomémonos
y descubramos las miserias del héroe desarmado y desnudo.

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