EL VÉRTIGO DE LA PALOMA Y LA SIBILA DEL RHIN.

“¿No están ustedes muertos?”
Juan Rulfo

Como la profecía que se autoconstruye como el sistémico orgasmo como el vértigo de la paloma ante el relámpago y la futura distancia años después siglos suenan tus voces compartiendo la cercanía un dolor de mujer urgente y unas tierras conformadas crearon el espacio donde se amontonan las tribus las caricias perturbadas abdicaste de tu frondosa belleza temerosa del beso anónimo y no supiste encontrar el instante en el que tu amor era necesario fuiste a lo sumo objeto en el discurso papal nunca hembra y todavía hoy los dilemas se resisten irresueltos como rescoldos sin apenas acceso al desconsuelo de la sequía del vientre mutilado seco quedo tu cáliz sin alumbrar vida placer esperanza y poder seguir erguida derramarte generosa escondido el desaliento como tantas pergeñadas en el barro fuiste fugitiva del orgasmo cabalgaste los torbellinos del inconsciente las pasiones obscenas como la rosa de jericó fresca y dormida a tus pies silenciosa y antigua amoral por exceso fuiste un síntoma de la brutal razón del indiscutido.

Comentarios

Annabell Manjarrés Freyle ha dicho que…
El regreso de una paloma que voló sobre lo esencial, sin tocarlo si quiera; ahora regresa y es tarde. Perdido su tiempo. Se estanca en el umbral de la vida de las mujeres.

Anónima ahora, de besos trémulos, de sonrisas fingidas. De un sexo urgente y fatigado.

Sus alas cansadas hacen reír al viento.

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