PERO, ¿HIJOS DE QUIEN?
Por entonces se trataba de querer ser mediante la voluntad de estar. Y así tuvimos que llorar, angustiados por la duda, después de tantas miradas oblicuas. Pero, no es que hubiera muerto, era que tan solo pasaba a ser un sueño confuso de mí mismo, inocente y desaparecido en las infinitas moléculas, de extraños rostros que pacientes esperaban formar un nuevo cuerpo infantil, un día. Habría que decir que no siempre la vida ha sido un desierto y tendría que confesaros que me he dedicado a cosas importantes, justo por donde, más pronto que tarde, nos perdemos. Como sabes, me lo hizo ver Magritte y su A friend of order . Hace tanto tiempo que llegaron sus veleros sin banderas ni armas Venían llenos de gente de lucha y miseria, y en la cara el dolor de los cantos morunos, apátridas. Nos dieron poco tiempo para esconder nuestros ríos, r...