DEL OTRO LADO DEL MURO, MI SEÑORITA MALONE.

Debería suponer que tu silencio destruiría el presente,
que todavía no existe el artilugio que mide el tiempo
que oscila entre dos besos dormidos en la distancia.
Sí, somos hijos del conflicto entre el pasado y el futuro
y si la duda, a borbotones, crece, es que la fe vacila.
Ni tan solo nos queda la historia para escondernos
y están cegados los caminos de regreso. La madurez.
Ya sabes, han tapiado el evangelio de la violencia
y algunos, por miedo al desamor, navegan sin bandera.
Pero tú y yo fuimos en el espacio, no en el tiempo,
y como si fuéramos dueños de la vida, decidiremos
cómo morir, cuando y sin apatía postrevolucionaria.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Un abrazo enorme, José. Gracias de nuevo.
Mamen ha dicho que…
Sin palabras...

"y como si fuéramos dueños de la vida, decidiremos cómo morir, cuando y sin apatía postrevolucionaria."

Perfecto.

"Decidiremos cómo cerrar estos capítulos, que abrimos el día
que supimos quienes eramos
a pesar de nuestros muchos errores,
pero con las ganas intactas de hablar
de decir lo que algunos no quisieron oir."

Me atrevo a añadir , pero fue inevitable, su poema me llevó a ello.
Un saludo

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