MATERIAL DE DERRIBO.

Aquella fue la guerra más extraña jamás contada. Todavía hoy, los historiadores no saben qué decir de la misma, tal vez porque, como siempre, los que la ganaron que son los que deben dar la líneas maestras del discurso, prefieren difuminar su victoria. No por vergüenza, no...sino porque la explotación del éxito pasa por seguir difundiendo que no hubo guerra, y si la hubo la ganamos todos.
Pero quedan datos no aclarados, que nos hacen pensar y nos sitúan en el centro neurálgico de la historia. Algo así como cuando el capitán Peláez, se cuadró ante su coronel y le dijo:
“Mi coronel, siento decirle que con tantos cambios tácticos, yo y mis hombres ya no sabemos quienes son los nuestros”.
Nada se sabe respecto a qué contesto el coronel.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me fui durante un tiempo, pero he regresado. Y aquí sigue usted. Qué bien. Me voy a poner un poco al día con su blog.
Nos leemos, aunque sea en silencio.
Un saludo!
señorita Malone.
Anónimo ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo ha dicho que…
Voy a hurgar más en este blog, parace interesante..

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