HACE TIEMPO QUE TE ESPERABA... -DIJO MARLOWE-.
Levantó los ojos hacia las estrellas y las estrellas admiradas por tanta belleza perdieron pie y rodaron por sus mejillas donde con envidia las he visto oscurecerse Ben Al-Labbana Tan liviana como imprescindible, ni cerca ni lejos, ni mar ni cielo, mujer de mil deseos, aún dormida, contrafuego del sexo blanco, llegas desde el placer de la palabra, como la sal mineral sobre el fuego, huyendo hacia mis brazos, como el alba en la noche, disuelta y cautiva, como el beso de la joven madre viuda. Perdidos los horizontes, te acomodaste sobre mi tiempo y mi espacio, serenaste los espejos, encendiste las vueltas y al conjuro de tu sonrisa, religiosa y pagana, abrimos el insomnio de las rosas negras, me tomaste, te sumergiste paciente en mi vida y quebraste la queja del viento, huésped del gozo cansado de los sueños. Un sortilegio del presagio fuiste. Olvidado de tu piel, aturdidos tus tempranos quiebros, me desplacé discreto como la arena disuelta y cautiva, enamorado del origen de tu vientre, ...