EL DESVÁN DE HERÁCLITO Y LOS CUATRO ELEMENTOS.
“Los cuatro elementos primarios dan forma a mi existir: Un cuerpo sometido al tiempo, siempre ansioso de ti.” Luis Cernuda. Azul cobalto y verde olivo, nacidos del fuego de tus manos, de la maldición de ausencias, del mar que nos une, del placer del dolor consentido, velos cíngaros, noches morunas, ánforas, caracolas y el solano por venir que persiste como tierra apremiante, diversa, testimonial. Mujer excesiva. Mágicos tus ojos, espejos del eclipse de tus carnes solícitas de rebelde lujuria, me guían certeros hasta el apátrida reverso y al trasluz se deslizan, se pierden en la angustia, inauditos en la parquedad de tu vello, en la beligerancia de tu vestido. Arco lunar me recuerdas, pero adolescente y moreno de dolor. Tus manos sujetan mis mejillas y me elevan hasta tu boca, pero tu voz me devuelve a tu pubis y tu aroma al seno de la tribu, a las noches revueltas por la estrella y el amaranto de los tiempos. Alfarera de sueños y esperanzas, de pupilas asombradas, siempre emergentes, ...