KADARÉ, GRAMSCI Y EL INTELECTUAL ORGÁNICO
Conocí al poeta y escritor albanés Ismail Kadaré, en la Gran Plaza Central de Tirana que lleva el nombre del héroe Nacional del Siglo XV, Skanderbeg, tambien llamado Jorge Kastriota. Nos regalo una edición albanesa en rústica traducida al italiano que tenia a mano de "El general del Ejército Muerto". En España, Plaza & Janés había publicado en 1973 una traducción del francés. Conversamos durante más de una hora en la terraza que había delante del Teatro de la Opera, tomando café y chapurreando francés. Hablamos del compromiso social y del escritor en la transición política que se había iniciado en España y la previsible en Albania. Fue suficiente para descubrir una persona huidiza, introvertida, extremadamente culta y muy inteligente.
Algún crítico ha señalado la semejanza de algunos pasajes de sus novelas con lo mejor del aire simbólico de Kafka, asi como sus espaciales y amplias metáforas. En realidad, las primeras novelas de Kadaré son una gran metáfora o caricatura de la sociedad albanesa durante el Siglo XX, como la del "General del ejercito muerto".. y de los orígenes de la historia de Albania como pueblo,"Los tambores de la lluvia ". De ahí que muchos críticos le consideren como el Homero de la literatura albanesa.
Protegido frente al Aparato del PTA, por el entonces jefe del Gobierno Albanés Ramiz Alia, con quien habíamos mantenido una comida y entrevista política, Kadaré dejó claro que siempre ha sabido mantener su independencia del tutelaje político e intelectual que la URSS mantuvo los años de Stalin, y después se dejó utilizar por Partido del Trabajo de Albania, aprovechándose de la necesidad del régimen comunista albanés de ofrecer una cara amable y culta frente al exterior, y figuró en el reciente paso a la democracia. Kadaré, pese a haber figurado como vicepresidente del Frente Democrático Albanés, no fue nunca abiertamente antisistema, ni intelectual orgánico al estilo gramsciano, en ninguna de las tres situaciones políticas de la Albania que ha vivido. Fue y es buen ejemplo del compromiso con la cultura de su pueblo más allá de los regímenes políticos que le tocó vivir como albanés. Una actitud que le sirvió para realizar su trabajo literario con independencia y también sobrevivir frente a los cambios políticos.
Algún crítico ha señalado la semejanza de algunos pasajes de sus novelas con lo mejor del aire simbólico de Kafka, asi como sus espaciales y amplias metáforas. En realidad, las primeras novelas de Kadaré son una gran metáfora o caricatura de la sociedad albanesa durante el Siglo XX, como la del "General del ejercito muerto".. y de los orígenes de la historia de Albania como pueblo,"Los tambores de la lluvia ". De ahí que muchos críticos le consideren como el Homero de la literatura albanesa.
Protegido frente al Aparato del PTA, por el entonces jefe del Gobierno Albanés Ramiz Alia, con quien habíamos mantenido una comida y entrevista política, Kadaré dejó claro que siempre ha sabido mantener su independencia del tutelaje político e intelectual que la URSS mantuvo los años de Stalin, y después se dejó utilizar por Partido del Trabajo de Albania, aprovechándose de la necesidad del régimen comunista albanés de ofrecer una cara amable y culta frente al exterior, y figuró en el reciente paso a la democracia. Kadaré, pese a haber figurado como vicepresidente del Frente Democrático Albanés, no fue nunca abiertamente antisistema, ni intelectual orgánico al estilo gramsciano, en ninguna de las tres situaciones políticas de la Albania que ha vivido. Fue y es buen ejemplo del compromiso con la cultura de su pueblo más allá de los regímenes políticos que le tocó vivir como albanés. Una actitud que le sirvió para realizar su trabajo literario con independencia y también sobrevivir frente a los cambios políticos.
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