REENCUENTRO DE DEMÓCRITO CON GUILLERMO DE OCKHAM
"Déjame confesar que somos dos aunque es indivisible el amor nuestro". W. Shakespeare Como el viejo que renuncia a su manera de mirar acercando la distancia porque si ésta crece el amor se apaga y los aros de luz rosa tiñen el viento coronan el ansia y se cobijan en el terso misterio de sus cabellos tan explícitos siempre como la nieve blanca que sobresale en el bosque recatada como su deseo sujeta al tiempo incógnito a la frente abierta de recuerdos quebradizos y aún así dobladas las rodillas ante la ley del universo impávido e insensible como un dios que supo de los placeres de la cuna del alivio del eucalipto para huir del espacio común hasta refugiarse en la palabra contra lo desmedido buscando la verdad que toda mentira encubre allá donde el rubor de los límites trascienden las conexiones un día ágiles hoy dormidas tensas contenidas en la distancia como sus vidas y las nuestras porque todos los que lucharon contra el padre murieron y sus pavesas rojas asombraron a los án