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Mostrando entradas de marzo, 2009

HUIS CLOS, ESENIN, HUIS CLOS...

“Seres son que se lleva el viento” François Villon Quisiste impunemente llegar a la verdad y se precipitó la historia pero llegarán con el calor el vino la cuchara y una mirada limpia de momento todavía hoy una canción rosa es obscena impúdica y el desnudo manto de los pecados cubre el perfecto suspiro del beso rituales de anónimos futuros niegan el pasado embridan el vendaval como el grito y el hambre del vigía sobre cielo rojo y tierras negras en el alero de las turbaciones de tu verso quedó el símbolo tu sonrisa la palabra todo lo que es real el futuro que redimirá el pasado enhebrando la osadía de robarle a la muerte cada noche un nuevo día con la muerte de la risa y el olvido quisiste ser el límite de la turbulencia y aunque tantos fuisteis un único fuego cada cual ardió a su manera de tan tierno y rojo fuiste disperso y sucesivo hasta romper las normas pero todavía hoy las olas nos devuelven los rumores de tu ida vándalos de la vida sigues siendo un interlocutor inevitable Esenin

À TOUT JAMAIS, HEBERTO PADILLA

“Todo es prodigio por añadidura” Jorge Guillén Ahora que titubear podría considerarse una derrota desde la luz de la sombra me reitero vivo mecido por el moreno vaivén de sus pechos macerado por las urgencias urdidas en la trinchera digo pues que la falsa concordia nacida de la paz es el eslabón final que languidece azul claro susurrando espacios donde sumamos verbos nidos que se disuelven enajenadas violetas ay Heberto desde la esquina de la historia pavonean polvos viejos plumas y cantos rodados conformando el remanso fin de trayecto ni jauría de orgasmos ni gaviotas negras solo tardes bordadas espacios de aurora de lino como si descansara el vigía durmiese el agravio y la complicidad del salmo con la carencia nos abocase al silencio un canal de risas vivir desde la trashumancia luz a la luz como si el final estuviera en el principio y nunca más lo sólido se desvaneciese en el aire el deshielo nos dejó desnudos y sin historia había que detener el torrente sin maldecir la lluvia